Alimentación y crisis
La crisis económica ha llevado a la población a reducir, no solo
la cantidad de alimentos que se consumen, sino también la calidad de la dieta.
Así, ha reducido el consumo de carne, pescado y vegetales, incrementándose
el de conservas, productos congelados y comida precocinada.
Además, han disminuido las salidas a comer fuera y han aumentado
las visitas a restaurantes tipo fast food, que ofrecen productos economicos
pero altos en grasa y escaso valor nutritivo.
La alimentación diaria tiene que ser equilibrada; se deben comer
hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables a diario.
Comer sano no está reñido
con comer barato.
Se puede recortar el gasto diario a base de comer frutas,
hortalizas, legumbre y cereales integrales, respetando la dieta
mediterránea. Se puede comprar pescado congelado (ojo, no hablamos de
precocinados) en lugar de fresco, y cambiar el chuletón o entrecote por pollo
o pavo, que además tienen más proteínas y menor cantidad de grasa.
Condimentar y aliñar la comida con especies y aceite de oliva para que el menú
tenga algo de grasa, y acabar con una fruta como postre.
Os presentamos dos ejemplo de comida sana y económica:
RECETA 1:
-Crema de calabacín, patata, puerro y zanahoria
-Pollo a la plancha con un tomate aliñado
-Una manzana
RECETA 2:
-Ensalada de pasta con pechuga de pavo troceada
-Una Naranja
Una buena alimentación más que inversion económica lo que necesita es educación nutricional y tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario