Todo esto conlleva mayor incidencia de sobrepeso y la obesidad, y de otras enfermedades crónicas como la diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Vida activa, algunos trucos
Realizar ejercicio físico de forma regular no es tarea fácil ya que requiere planificación, entrenamiento repetitivo y disciplina. Sin embargo, existe gran variedad de actividades que podemos realizar para mantenernos en forma (correr, bicicleta, natación, gimnasio, baile...), algunas de ellas tan sencillas como renunciar al coche e ir caminando, subir y bajar por las escaleras en lugar de coger el ascensor o bien bajarse del autobús una parada antes e ir a pie.
Beneficios de la actividad física
regular
- Reduce el riesgo de sufrir cardiopatía o hipertensión arterial ya que aumenta el colesterol bueno (HDL), reduce el colesterol malo (LDL) i triglicéridos, mejora la fuerza del corazón ayudando a mantener una tensión arterial dentro de los parámetros saludables.
- Reduce el riesgo de padecer obesidad al mantener unos niveles correctos de masa grasa y músculo y aumentar el gasto energético.
- Reduce la probabilidad de desarrollar Diabetes tipo 2 debido a que permite mejor control los niveles de glucemia.
- Reduce el riesgo de sufrir osteoporosis ya que fortalece los huesos e incrementa la fuerza muscular y flexibilidad reduciendo la carga que el hueso debe soportar y disminuyendo así fracturas y otras lesiones derivadas de las caídas.
La actividad física junto a hábitos alimentarios saludables proporcionan múltiples beneficios para la salud
Basta con pensar en sólo 30 años atrás, cuando la mayoría de las actividades cotidianas se efectuaban mediante esfuerzo físico. Si requeríamos trasladarnos para comprar, ir al colegio o simplemente conversar con un amigo íbamos caminando. La mayoría de las labores domésticas como limpiar pisos, lavar ropa, etc. se realizaban manualmente, y era mucho mayor la cantidad de trabajos manuales que en la actualidad. Sin embargo, el cuerpo humano está diseñado para estar en movimiento, por lo que la inactividad nos trae una serie de consecuencias negativas. El sedentarismo es un factor de riesgo para múltiples enfermedades y es enemigo declarado del bienestar físico y psíquico.
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