viernes, julio 20, 2012


Para los más pequeños


6 claves para mejorar su alimentación

1. La base de una buena alimentación debe establecerse en la infancia.
¡Cuanto antes se empiece a inculcar buenos hábitos alimentarios mejor! Si se aprende a comer erróneamente en la infancia, es difícil cambiar estos hábitos cuando se es adulto.

2. El estilo de vida y hábitos alimentarios de los padres influyen enormemente en los de sus hijos.
Los padres transmiten su estilo de vida a la próxima generación. Esta en sus manos inculcar unos hábitos alimentarios saludables siguiendo una dieta con la máxima variedad de alimentos y cocciones posible y evitando el consumo de alimentos azucarados y grasos. Si los padres realizan una dieta muy rica en grasa o azucares, los niños hacen lo mismo.

Además, se deben evitar conductas aversivas hacia los alimentos como manifestar rechazo o realizar comentarios negativos sobre las características de un alimento delante de los niños. Esto puede favorecer que el niño cree aversiones a alimentos.

3. Premiar a los pequeños con dulces no es recomendable.
Estimular a los niños con dulces y caramelos no les aporta ningún beneficio. Al contrario, un alto consumo de azúcar provoca, entre otras cosas, que el páncreas secrete un exceso de insulina pudiendo desencadenar a la larga diabetes tipo 2, la aparición de caries dentales o daño a la flora intestinal con la consecuente mala digestión.  

Además, el alto consumo de azúcar causa alteración del estado de ánimo como agresividad, alteración del comportamiento o falta de concentración y puede afectar al rendimiento escolar.

4. Es importante incluir alimentos frescos y de temporada en su dieta.
La alimentación de los niños debe incluir alimentos frescos y de temporada, evitando los productos precocinados y comerciales que son muy ricos en azúcares, grasas y sal.

Vale la pena que los niños se familiaricen con los alimentos frescos de temporada des de una edad temprana pues  incluso cuando en la adolescencia prefieran comer pizza y tomar refrescos de cola, tarde o temprano recordarán los beneficios de una alimentación sana y volverán a ella.

5. La implicación de los niños en la cocina mejorará su relación con los alimentos y la comida.
Implicar a los niños en la preparación de las comidas ejerce un efecto positivo sobre la relación de estos con los alimentos. Debemos procurar familiarizarlos con las distintas frutas y verduras pues son los alimentos menos aceptados. Esto no quiere decir que deba elegir el menú aunque si participar en ello.

6. Crear menús y platos atractivos con colores, formas y cocciones variadas. 
Los alimentos más rechazados suelen ser verduras, hortalizas y frutas. Si bien todos los platos deben ser atractivos, los que incluyan dichos alimentos deberán serlo especialmente, utilizando formas y dibujos u mezcla de colores llamativos. Esto favorecerá su consumo.



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